El estudio, realizado por Indesa y financiado por CAPADESO es un punto de partida para para promover el interés en enriquecer el conocimiento y las estadísticas del tercer sector.
En el análisis se contemplan los antecedentes de las OSFL en Panamá y la región, la normativa vigente e histórica para el sector, se brinda una caracterización basada en datos del MINGOB y la DGI y se intenta dimensionar el impacto económico, laboral y social en del sector en Panamá. El estudio está acompañado de los resultados de una encuesta representativa a más de 150 OSFL, que presenta un contraste a la data oficial del país y evidencian la necesidad de afinar tanto las políticas relacionadas al sector como los instrumentos de levantamiento de data sobre estas organizaciones.
Algunos hallazgos como el dinamismo del sector durante los últimos 10 años, periodo durante el cual se registró el 46% de las 2,367 OSFL actualmente activas, evidencian el interés de la sociedad civil de incidir sobre el desarrollo social del país, que a pesar de presentar un crecimiento económico acelerado durante esa época se mantiene como uno de los más desiguales del mundo. Según la encuesta, un 65% de las OSFL fueron creadas para suplir una necesidad no cubierta por el Estado.
Además de los aportes más evidentes como la prestación de servicios básicos a poblaciones vulnerables, el estudio resaltó aportes en el ámbito laboral. Según la Encuesta de Hogares en 2019 el sector generó 11,690 empleos directos. A la vez, se evidenció el impacto de los voluntarios, más de 50 mil personas que en 2019 aportaron 1.1 millones de horas de voluntariado, el equivalente a $3.14 millones de dólares en tiempo laboral.
A pesar de los importantes hallazgos, el estudio también encontró una falta de disponibilidad de datos que imposibilita medir de manera precisa el impacto económico del sector. Una investigación de 2013 de la Universidad de Johns Hopkins estimó a través de cuentas satélites que, en los 10 países estudiados, el aporte del sector al PIB era del 3.5%. Sin embargo, al no tener la data desagregada en Panamá, los investigadores utilizaron los gastos de consumo final de las OSFL que sirven a los hogares, el cual en 2018 fue de $91 millones, lo suficiente para cubrir la canasta básica alimentaria anual de 30,922 familias panameñas.
Finalmente, el estudio reconoce los logros pero más allá, los retos por delante del sector. Por lo que CAPADESO reitera su compromiso como gremio de fortalecer a las organizaciones sin fines de lucro y a abogar para incidir en políticas que promuevan el desarrollo social del país.